Portobelo, Panamá fue uno de los centros logísticos más importantes de la ruta de la plata durante la época de la colonia española en América.
Como siempre, te cuento un poco de mi experiencia personal y algunos datos curiosos e históricos de este emblemático lugar.
¿Qué ver y hacer en Portobelo Panamá?
Cultura y monumentos históricos
Portobelo es ampliamente reconocido a nivel nacional por sus aportaciones al patrimonio cultural de Panamá.
¡Aunque relativamente es una localidad pequeña tiene más de 500 años de historia!
Fortificaciones militares
A lo ancho de toda la bahía encontramos una serie de fortificaciones que forman parte de los sitios de Panamá declarados como patrimonio de la humanidad por la UNESCO bajo la declaratoria de «fortificaciones de la costa Caribe de Panamá» que constituyen un ejemplo de la arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII.
Un dato curioso de estas fortificaciones es que al no haber buena disponibilidad de piedra de cantera en la zona se construyeron principalmente ¡con corales!
La aduana de Portobelo
De acuerdo con sus pobladores, como el conocido Putulungo, quien nos ofreció una «pipa fria» (Coco) afuera de este imponente edificio en el centro del pueblo, aquí en Portobelo, Panamá se estableció la aduana dónde se registraban las entradas y salidas de todos los bienes que se intercambiaban entre europa y el nuevo continente.
Iglesia de San Felipe y el Cristo Negro de Portobelo
Imaginate que en Portobelo se encontraba el templo recibía a los marineros que llevaban semanas o inclusive meses en altamar, y así también era la última iglesia que despedía a quienes se embarcaban hacia el viejo continente.
El 21 de octubre es el día que se conmemora este Cristo, lo que atrae a cientos de fieles que visitan la iglesia para hacer plegarias y ofrendas por algún milagro del Cristo Negro de Portobelo.
La primera iglesia se levantó en el siglo XVII, pero fue destruida por el pirata Henry Morgan cuando atacó la ciudad. En 1814 fue cuando se construyó la actual iglesia, aunque no tenía campanario, la torre fue construida en 1945.
Los Congos
Como se hace manifiesto en la información interpretativa de Casa Congo, en Portobelo Panamá, se establecieron algunos de los palenques (campamentos de cimarrones o afrodescendientes libres) más antiguos del continente.
Naturaleza
La bahía de Portobelo ofrece vistas espectaculares del pueblo, de los cerros con naturaleza endémica y las fortificaciones que conforman este complejo.
Es fácil deducir por que se le pusieron este nombre, realmente es un lugar hermoso.
Entre las especies emblemáticas que habitan el Parque Nacional Portobelo se encuentra el perezoso, que muy probablemente puedas encontrar con la ayuda de algún guía local.
Actividades en Portobelo
Por actividades no paramos. Buceo, kayak, senderismo y buena comida son solo algunas de las recomendaciones para pasar semanas o varios fines de semana sin aburrirse.
Esto sin mencionar los eventos y festivales del pueblo.
¿Dónde comer en Portobelo?
La gastronomía costeña del pueblo con claras influencias caribeñas y africanas es ampliamente reconocida.
Puedes encontrar desde opciones de restaurantes de comida típica como El Castillo o el restaurante de Casa Congo, algunos locales más populares hasta pizzas y opciones de comida internacional.
¿Cómo llego a Portobelo, Panamá?
Desde la ciudad de Panamá, en vehículo propio está a menos de dos horas que corresponden a poco menos de cien kilómetros de distancia.
Hay que tomar la autopista Panamá – Colón y salir hacia Sabanitas unos diez minutos después de pasar la caseta de cobro y pagar los $ 2.30 balboas correspondientes.
Una vez que llegas a Sabanitas, justo después del mercado debes dar vuelta a la derecha y básicamente seguir la calle y pequeña carretera de dos vías hasta llegar a Portobelo. Ten en cuenta que no hay acotamiento y la población local, incluyendo niños y mascotas caminan por la carretera, por lo que debes tomar precauciones adicionales.
Mapa para llegar a Portobelo, Panamá
Otros datos generales de Portobelo, Panamá
La ciudad o el Pueblo de Portobelo tiene una población pequeña, de menos de cinco mil habitantes, aunque en los alrededores hay varios caseríos más.
Mapa del pueblo de Portobelo Panamá
Existen pocos mapas turísticos del pueblo de Portobelo en Colón, Panamá. Uno de los mejores es el diseñado por el equipo de «El Otro Lado».
Itinerario de fin de semana en Portobelo, Panamá
Primer día: De Panamá a Portobelo
Las maletas listas para salir de la ciudad con el objetivo principal de ir a la playa, hacer un poco de kayak, caminar por la selva del parque nacional de Portobelo y conocer Venas Azules.
En la mañana, como siempre, antes de viajar en coche, me tocó hacer una rápida revisión de llantas, niveles de líquidos y recarga de gasolina.
Ya nos habían advertido que no hay mucha variedad de víveres, así que llevamos algunas cosas que teníamos en la cocina, pero decidimos también comprar algunas cosas por allá para complementar la aventura y de paso contribuir a la economía local.
Para las dos de la tarde, el grupo principal estaba armado, K, Carola, Gonzalo y yo para salir hacia el corredor norte y después entroncar en la autopista principal que nos llevaría hasta nuestro destino.
Llegamos a Portobelo
Sin ningún contratiempo llegamos a Portobelo alrededor de las cuatro para asentarnos en las cabañas de Casita Río Indio, dónde Ailin, José y nuestros amables anfitriones nos recibieron amablemente y nos ayudaron a instalarnos.
Las cabañas son un tanto rústicas, pero no hace falta nada más de lo que ofrecen para convivir, cocinar, disfrutar de la naturaleza, de buenas conversaciones y pasar una buena noche de descanso.
La tarde fluyó en este lindo lugar caminando por la quebrada que apenas llegaba a los tobillos, conversando con los amigos que se habían adelantado y comentando lo que nos esperaba para el resto del fin de semana.
Por la noche, compartimos algunas cervezas y vino de caja mientras la plática nos llevaba a explorar distintos países y regiones de todo el continente Americano, desde Argentina y Uruguay al sur del Atlántico, hasta los senderos dominados por los osos en el Ártico y Pacífico que bordean Alaska.
La luna llena iluminó nuestro andar con los últimos momentos del viernes antes de sumergirnos en el mundo de los sueños coloridos que suelen acompañar las noches campestres adornadas por los sonidos de los insectos y el susurrar del agua mientras acaricia la tierra.
Segundo día en Portobelo y alrededores
Disfrutar de despertar temprano en días de descanso es un privilegio que suele acompañar los días cuando se tiene la expectativa de explorar lugares desconocidos.
Con mano experta de uruguayo apasionado, Gustavo preparó con destreza el mate para recibir la mañana como se debe. Compartiendo.
A un ojo poco entrenado podría parecerle que armar un mate simplemente consiste en colocar la hierba y poner agua caliente, pero cualquiera que haya intercambiado palabra con un entusiasta o experto de este arte sabrá que implica mucho más que esto.
Pienso que si no hay cariño en su preparar algo, entonces no tiene el menor sentido. Sobre todo cuando ese algo está hecho para compartirse y disfrutarse poco a poco pero en esos instantes efímeros que duran para siempre.
Para cerrar el desayuno unos huevitos revueltos con frijoles para la tropa.
El paseo de las muchas horas por el Parque Nacional Portobelo
Mientras el grupo desayunaba, a la orilla de la cabaña, una serie de botas de hule parecían ansiosas de paseo, esperando pacientemente a que estuviésemos listos para partir.
Estábamos listos para cuando llegó Pascal, nuestro guía. Su cabello largo y un tanto desalineado encajaba perfecto con la chamarra verdoza, los pantalones de camuflaje y las botas de hule.
En realidad no entramos formalmente al Parque Nacional Portobelo de Panamá, y no fue necesario para tener una experiencia de inmersión en los bosques de esta zona que ofrece una inmensa biodiversidad.
Jaguares, tigrillos y otros felinos pasean todavía por este rico territorio haciendo caso omiso a las fronteras inventadas por los humanos en nuestro afán por determinar, ordenar y clasificarlo todo.
Abundan los insectos, las aves, anfibios y serpientes, entre las que siempre suele mencionarse la equis, conocida y temida por su veneno y agresividad.
En esta ocasión no nos encontramos con ella, pero dado que Pascal la vio hacía solo unas semanas antes su imagen estaba más que presente, acechando, aterradora, o quizás tomando un breve descanso para digerir alguna presa que hubiere tenido la suerte de topársela en su camino.